domingo, 20 de noviembre de 2011

When the emotions go out to the light

Ella caminaba despacio, observaba todo a su alrededor, la tristeza de a poco la abrumaba, y sin embargo aun no derramaba lagrimas, quería ser fuerte, no dejarse llevar por esa sensación de vacío. Caminaba y miraba las flores, escuchaba pasos, pájaros cantar a su alrededor, veía a los árboles mecerse, las hojas caer, escuchaba los perros ladrar, pero aun así no se detenía. Empezaba a nublarse su vista, las lágrimas empezaban a agolparse en sus ojos y querían caer por sus sonrojadas mejillas, aun así ella fingía una sonrisa, no se sentía segura de llorar aun. Quería llegar a su reconfortable hogar y poder descargarse. Llego a su puerta, busco sus llaves, el sonido de la llave abriendo la puerta, los perros que la recibían, el sonido de la voz de su mama hablándole, después de eso, casi corrió por las escaleras a su habitación y en una soledad infinita comenzó a llorar, a dejarse llevar por todo lo que venia acumulando. Lloro por bronca, por miedo, por decepción, lloro cuando pudo y aun así no se sentía bien, siguió llorando más y mas, hasta que sus sollozos se hicieron audibles y dejo de reprimirse, se dejo vencer por el llanto y lloro. Una vez mas sola, triste y sin nadie que le dijera que todo iba a estar bien, se dejo invadir por la tristeza, dejo que sus emociones salieran a la luz, dejo de ser la que fingía sentir y comenzó a sentir, dejo de ser esa chica fuerte que todos creían, de fingir estar bien, sonreír, se dejo ir. Y luego cuando comenzó a calmarse y sentirse mejor, se quedo dormida sin nada más que sentir o expresar. Cansada de todo se abandono a los brazos de Morfeo, para ser ella misma en sus propios sueños, sus propias realidades.

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