lunes, 21 de noviembre de 2011

In the Window

Miraba por la ventana intentando vislumbrarlo, pero lo único que veía eran las hojas caer por la fuerza del viento, olía el aroma de las flores, y aun así seguía con la vista fija en la ventana. Se imaginaba que lo vería, que el la miraría y le sonreiría, y ella se pondría del color de un tomate. Pero hacia mucho que no vislumbraba la figura del muchacho que la tenia cautivada, sus ojos ámbares mezclados con ónices la dejaban sin habla, sus grandes y largas pestañas, su pequeña nariz, así viéndolo en su imaginación, el joven no había vuelto aun. Ella esperaba con ansias el poder verlo de lejos aunque fuera solo una vez más.
Veía sombras, oía pasos, pero nada que le fuera de gran importancia, solo lo quería a él, lo amaba tanto que sabia reconocer sus pasos, sus grandes suspiros. Lo amaba en secreto, lo espiaba de lejos y suspiraba enamorada. Cuando el se acercaba a preguntarle algo o solo a saludarla, sus mejillas se sonrojaban de la vergüenza, el era tan distraído o eso pensaba ella, que no se daba cuenta de como lo observaba, sus ojos brillaban con la  plenitud del amor. Le dolía cuando el sufría, lloraba con el, tenia ganas de reconfortarlo pero no se animaba ni a eso ni a decirle que lo amaba.
Él era el sueño de cualquier chica o por lo menos su sueño. Pero como todo sueño acaba el de ella también termino cuando el se tuvo que mudar de ciudad, por eso cada tarde ella se sentaba en la ventana a esperar con la poca esperanza que le quedaba que el apareciera caminando a paso lento y la viera, pero eso nunca ocurría y ella se sentía mas y mas triste hasta que sus fuerzas flaqueaban y lloraba un poco y luego se resignaba y seguía con sus deberes. Lo que ella nunca supo es que él la amaba en secreto también pero como no tenia el suficiente coraje nunca se lo había dicho hasta hoy, es lo que pensaba él mientras andaba por ese sendero tan conocido. Una vez que llego a su casa, se sintió morir cuando la vio sentada allí, con la mirada fija en el camino. Y cuando ella se iba a dar vuelta y seguir con sus cosas, el gritó, la llamó con todas sus fuerzas, y ella se volteo sorprendida. En ese instante sus miradas quedaron prendadas la una de la otra. Cuando por fin pudo reaccionar ella salio corriendo a su encuentro, corría como si la vida se le fuera en ello, corrió hasta que no pudo más. Y cuando pensó que caería, el la sostuvo entre sus enormes brazos y la beso trasmitiéndole todo el amor nunca pudo expresar, todo lo que la había extrañado. Y aun mas, el destino y la suerte les tenia preparado algo mas, de pronto se largo a llover, pero a ellos no les importo, lo único que veían en ese momento eran los ojos del otro, se sonrieron una vez mas, y pronunciaron las palabras que los uniría para siempre. 

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